La red de modo predeterminado (DMN, por sus siglas en inglés) desempeña un papel importante al permitirnos realizar tareas en piloto automático una vez que estamos familiarizados con ellas, según un estudio de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Esta misma región cerebral ya fue objeto de estudio en 2001, cuando científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos) descubrieron que estaba más activa que el resto durante esos estados de reposo, con lo que se vinculó, entre otras cosas, a soñar despierto, pensar en el pasado, planificar para el futuro y la creatividad.
Al mismo tiempo, se relacionó la actividad anormal en la DMN con una variedad de trastornos que incluyen la enfermedad de Alzheimer, la esquizofrenia, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y los trastornos de la conciencia.
Según el autor principal, Emmanuel Stamatakis, “la vieja forma de interpretar lo que está sucediendo en estas tareas es que, debido a que conocemos las reglas, podemos soñar despiertos con lo que vamos a tener para cenar más tarde y la DMN se activa. De hecho, demostramos que esta red cerebral no es un espectador en estas tareas: desempeña un papel integral para ayudarnos a realizarlas”.
En palabras de uno de los investigadores, Deniz Vatansever, “nuestra evidencia sugiere que la red de modo predeterminado es esencialmente como un piloto automático que nos ayuda a tomar decisiones rápidas cuando sabemos cuáles son las reglas del medio ambiente. Por ejemplo, cuando conduces hacia el trabajo por la mañana a lo largo de una ruta conocida, la DMM estará activa, lo que nos permitirá realizar nuestra tarea sin tener que invertir mucho tiempo y energía en cada decisión”.
Relevancia para las lesiones cerebrales
Los autores creen que sus hallazgos tienen relevancia para las lesiones cerebrales, particularmente después de una traumática, donde los problemas con la memoria y la impulsividad pueden comprometer sustancialmente la reintegración social. Además, consideran que es posible que los hallazgos resulten relevantes para los trastornos de salud mental, como la adicción, la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo, donde patrones de pensamiento particulares impulsan comportamientos repetidos.
Fuente: Redaccionmedica.com