Los científicos están analizando las moléculas de azúcar en el cerebro y cómo podrían afectar el aprendizaje y la memoria, según una investigación presentada en la reunión de otoño de 2023, de la American Chemical Society (ACS).

Los investigadores completaron su estudio en ratones y esperan poder utilizar este conocimiento para comprender mejor la plasticidad del cerebro humano.

Los azúcares comunes, como los que se encuentran en frutas, dulces o pasteles, pueden unirse formando cadenas de azúcares complejos.

Cuando estos azúcares complejos se unen a otras estructuras químicas, como los grupos sulfato, se denominan glicosaminoglicanos (GAGs), que tienen muchos usos dentro del cuerpo. Estas incluyen funciones como el crecimiento celular, la anticoagulación y la reparación de heridas.

Cómo los azúcares pueden afectar el cerebro

Los patrones de sulfatación, un tipo de modificación química, pueden cambiar la función de los GAGs.

Los investigadores querían ver cómo el cambio de este patrón podría afectar la neuroplasticidad en ratones. Para ello, eliminaron un gen específico que es importante para dos patrones de sulfatación en el sulfato de condroitina.

La eliminación del gen cambió los tipos de conexiones sinápticas entre las neuronas. Posteriormente, informaron los científicos, los ratones no pudieron reconocer a otros ratones que habían conocido antes, lo que sugiere que estas estructuras afectan la memoria social.

Los resultados se produjeron tanto en ratones jóvenes como en adultos, lo que sugiere que es posible manipular o fortalecer ciertas conexiones sinápticas en el cerebro.

Los investigadores sugieren que este conocimiento podría permitir reconfigurar o fortalecer las conexiones cerebrales durante la adolescencia y la edad adulta.

Los científicos dicen que esperan utilizar esta información en el futuro para restaurar o mejorar las funciones de la memoria en el cerebro.

“Este es un estudio apasionante”, afirmó el doctor Ilan Danan, neurólogo deportivo y especialista en el manejo del dolor del Centro de Neurología Deportiva y Medicina del Dolor del Instituto Cedars-Sinai Kerlan-Jobe en Los Ángeles.

Actualmente, los investigadores están analizando si los GAGs y los patrones de sulfato pueden ayudar a mejorar la capacidad de reconstruir las neuronas después de una lesión cerebral.

¿Qué es la plasticidad cerebral?

La plasticidad cerebral, también llamada neuroplasticidad, es el proceso de cambios estructurales o funcionales en el cerebro.

En una revisión de 2019, los autores definieron la plasticidad cerebral como “la capacidad del sistema nervioso para cambiar su actividad en respuesta a estímulos intrínsecos o extrínsecos mediante la reorganización de su estructura, funciones o conexiones”.

Se sabe que las conexiones neuronales pueden cambiar y fortalecerse después de una enfermedad o lesión. Cuando hacemos ejercicio físico, aumentamos la resiliencia del cerebro y su capacidad para adaptarse a los cambios en el cuerpo.

Esto también sucede cuando ejercitamos nuestro cerebro aprendiendo e involucrándonos en una nueva actividad que requiere pensar y recordar.

Cómo mejorar la salud del cerebro

El ejercicio es esencial para su cerebro como lo es para otras partes de su cuerpo.

“Cuanto más cuidas tu cerebro, más resistente se vuelve”, dijo Ilan a Medical News Today. “El ejercicio para tu cerebro es usarlo, especialmente cuando aprendes algo nuevo”.

“El cerebro desempeña un papel a lo largo de la vida. Continúa creando nuevas redes para compensar a los heridos o enfermos”, añadió.

También es posible que hacer ciertos ajustes en su dieta pueda mejorar la salud del cerebro.

Por ejemplo, un estudio de marzo de 2023, publicado en la revista Neurology informó un vínculo entre las dietas mediterránea y MIND y una cantidad reducida de placas y ovillos de Alzheimer.

Sin embargo, un estudio de julio de 2023, publicado en el New England Journal of Medicine, siguió a personas con antecedentes familiares de demencia que padecían deterioro cognitivo. Este documento no informó diferencias significativas en la cognición después de seguir la dieta MIND durante tres años.

“Por lo general, con una mejor nutrición, las neuronas funcionan mejor y pueden reestructurar y agregar vías”, dijo Karen Miller, Ph.D., neuropsicóloga y geropsicóloga y directora principal de los Programas de Bienestar Cerebral y Estilo de Vida del Pacific Neuroscience Institute en California.

“Los antioxidantes reducen la inflamación, lo que también mejora el funcionamiento”, dijo Miller a Medical News Today. “En nuestros Programas de Bienestar y Estilo de Vida destacamos la dieta mediterránea o MIND, rica en frutas y verduras con antioxidantes”.

Algunos alimentos ricos en antioxidantes son:

• Arándanos
• Chocolate negro
• Alcachofas
• Nueces pecanas
• Fresas

Además de los alimentos, puede agregar especias como cúrcuma, comino, orégano, clavo y canela a sus comidas para aumentar sus antioxidantes.

Si se trata de ayudar a la salud cerebral, una dieta rica en antioxidantes puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, algunos tipos de cáncer, accidentes cerebrovasculares, enfermedades respiratorias, inmunodeficiencia, enfermedad de Parkinson y otras enfermedades inflamatorias.

Reconstruir el cerebro después de una lesión

Los investigadores dijeron que actualmente están analizando si los GAGs funcionan para reconstruir las neuronas después de una lesión cerebral y cómo lo hacen.

Hasta ahora, dijeron que han identificado motivos de sulfatación específicos que hacen que los receptores se agrupen en la superficie de la célula e inhiban la regeneración.

Están buscando formas de bloquear este proceso mediante herramientas o tratamientos.

Los investigadores señalan que comprender mejor este proceso podría ayudarles a reparar los daños causados por enfermedades neurodegenerativas o accidentes cerebrovasculares en el futuro.

Fuente: un artículo publicado en el portal www.medicalnewstoday.com

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