Las bebidas energéticas se alinean en la interminable pared de refrigeradores en las paradas de descanso, farmacias y supermercados. Puede que no te lo pienses dos veces antes de hacerte con una para mantenerte despierto en la carretera, para estudiar o para trabajar un turno largo. Después de todo, bebes cafés. ¿Qué daño podría hacer un poco de cafeína extra? Penosamente, mucho.

“Las bebidas energéticas contienen megadosis de cafeína y, a veces, otros estimulantes. Descubrimos que algunas personas que las usan llegan al hospital con accidentes cerebrovasculares o hemorragias cerebrales graves”, advierte la reumatóloga Rula Hajj-Ali, MD.

“Estas son personas típicamente jóvenes, por lo demás sanas, de entre 30 y 40 años”.

¿Qué es lo que provoca un ictus?

La condición que puede desencadenar un accidente cerebrovascular después de tomar una bebida energética es el síndrome de vasoconstricción cerebral reversible o RCVS, por sus siglas en inglés. Este espasmo repentino de los vasos sanguíneos del cerebro puede restringir su suministro de sangre o causar una hemorragia.

Aunque el RCVS es reversible, no es una enfermedad benigna. La doctora Hajj-Ali comenta que algunas personas tienen un accidente cerebrovascular y nunca se recuperan y, en casos muy raros, el RCVS puede causar la muerte.

¿Cuáles son los síntomas del RCVS?

“El síntoma más importante del RCVS es un fuerte dolor de cabeza en trueno, el peor dolor de cabeza que haya sentido en su vida”, señala Hajj-Ali. “Viene muy intensamente, en cuestión de minutos”.

Otros síntomas pueden incluir hormigueo y entumecimiento en diferentes partes del cuerpo, así como convulsiones.

La doctora Hajj-Ali, experta en vasculitis del sistema nervioso central (SNC), una rara enfermedad inflamatoria que afecta las arterias del cerebro, dice que el RCVS a menudo imita la vasculitis del SNC. Ambos comparten síntomas similares y provocan derrames cerebrales temprano en la vida. Sin embargo, “los tratamientos son totalmente diferentes”, añade.

¿Por qué las bebidas energéticas causan RCVS?

Los expertos no están seguros de por qué las bebidas energéticas desencadenan RCVS. “Algunas personas que han estado bebiendo bebidas energéticas durante algún tiempo se vuelven más sensibles a ellas a medida que pasa el tiempo. Otros son muy sensibles y pueden desarrollar RCVS la primera vez que consumen una”, comenta la doctora Hajj-Ali.

Desafortunadamente, no hay forma de evaluar quién desarrollará RCVS y quién no.

El dolor de cabeza agonizante envía a la mayoría de los pacientes al hospital, donde se les realiza una tomografía computarizada del cerebro. Sin embargo, la exploración inicial puede parecer normal, por lo que el RCVS puede pasarse por alto al principio, dice ella.

Los pacientes son enviados a casa hasta que el dolor de cabeza persistente los lleva de vuelta a la sala de emergencias. Ahí es cuando el accidente cerebrovascular o la hemorragia aparecen en una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (IRM).

Debido a que los pacientes son demasiado jóvenes para haber desarrollado los factores de riesgo habituales de accidente cerebrovascular, como presión arterial alta o colesterol alto, los médicos deben buscar otra causa.

Los médicos suelen hacer una punción lumbar para detectar una infección o inflamación en el cerebro. También pueden solicitar una angiografía por resonancia magnética (ARM) o una angiografía (cateterismo) de los vasos sanguíneos del cerebro.

“Cuando los vasos sanguíneos del cerebro se ven anormales, nos preguntamos: ‘¿Es vasculitis del SNC o algo más?’”, dice. “La mayoría de las veces, es un RCVS, y me siento muy mal por estos jóvenes, ya que esto podría haberse evitado”.

¿Pueden otras sustancias desencadenar un RCVS?

Además de las bebidas energéticas, los medicamentos que contraen los vasos sanguíneos pueden desencadenar un RCVS. El mayor culpable son los descongestionantes nasales.

Las causas menos comunes de RCVS incluyen altas dosis de antidepresivos de la clase ISRS (inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina), medicamentos para la migraña, parches de nicotina y ginseng.

El RCVS también se encuentra entre los muchos problemas que puede causar el uso de drogas ilegales y marihuana.

“Además, la mujer que ha dado a luz puede desarrollar un RCVS posparto”, explica la doctora Hajj-Ali. “A menudo, lo vemos en personas que toman ciertas combinaciones de medicamentos”.

¿Qué tan riesgosas son las bebidas energéticas para los adolescentes?

“Las estadísticas son impactantes sobre el uso de bebidas energéticas a edades más tempranas”, señala la doctora Hajj-Ali. “Un estudio encontró que el 43% de los jóvenes de 13 a 15 años los habían probado”.

Las bebidas energéticas pueden causar ansiedad, presión arterial alta, palpitaciones cardíacas e intoxicación y abstinencia de cafeína en los jóvenes.

Y aunque los adolescentes suelen consumir bebidas energéticas para estudiar, las megadosis de cafeína a largo plazo no son buenas para el cerebro, afirma.

Las bebidas energéticas pueden aumentar la excitación, pero no mejoran otras tareas cognitivas. Y, contrariamente a la creencia popular, no ayudan a los niños diagnosticados con trastorno por déficit de atención.

La doctora Hajj-Ali hace todo lo posible para educar a los pacientes jóvenes sobre los riesgos de las bebidas energéticas.

“Desafortunadamente, las bebidas energéticas se comercializan principalmente para adolescentes, especialmente en las redes sociales”, dice. “Tenemos que educar mejor a los niños y a las escuelas sobre sus eminentes peligros”.

¿Cuál es la alternativa saludable?

Hajj-Ali dice que la mejor manera para combatir la fatiga y el cansancio no son las bebidas energéticas, sino el sueño y el descanso. Así que lo ideal es que procures no desvelarte, dormir las ocho horas recomendadas y mantener una rutina nocturna que te ayude a tener un descanso reparador.

Otras actividades que te pueden ayudar a incrementar tu energía y mantenerla a lo largo de día son:

Hacer ejercicio por las mañanas. La actividad física propicia la liberación de endorfinas, que mejoran el ánimo y te hacen sentir con más ganas de realizar tus actividades diarias. No necesitas inscribirte a un gimnasio ni hacer algo extenuante, basta con que salgas a correr o caminar al menos 30 minutos.

Meditación. No necesitas ser un experto para hacerlo. Basta con que te tomes 10 minutos para permanecer quieto y en silencio, mientras dejas de lado cualquier pensamiento que se relacione con el trabajo, el dinero, la pareja o las tareas domésticas, para concentrarte en tu cuerpo y en tu respiración.

Una alimentación saludable. El alimento es el combustible de tu cuerpo, así que es importante que le des lo mejor para que se mantenga lleno de energía. Haz el esfuerzo y levántate unos 30 minutos antes para que te dé tiempo de preparar y disfrutar un desayuno nutritivo que incluya frutas y cereales.

Mantente en movimiento. Si tu trabajo implica que pases varias horas sentado, puedes levantarte cinco minutos cada hora y salir a caminar un poco, ya sea dentro del mismo edificio donde está tu oficina, o de preferencia a dar una vuelta en la calle. Al activar la circulación de la sangre saldrás del letargo y tendrás más energía.

Disfruta de la música. Musicaliza tu día con las canciones y melodías que sabes que te ponen de buen humor y que te animan a mantenerte despierto y activo.

En resumen

Las bebidas energéticas se popularizaron en la década de los noventa y actualmente existe una amplia variedad de marcas, presentaciones y sabores. A ellas recurren quienes quieren reponerse tras una desvelada, quienes necesitan un subidón de energía para sobrellevar las largas jornadas laborales o de estudio, o quienes simplemente buscan rendir más para lograr concluir sus múltiples actividades y pendientes.

Para la mayoría, estas bebidas no deberían acarrear malestares si se ingieren solo ocasionalmente; el problema surge cuando su consumo se vuelve algo constante, pues hay quienes incluso las toman diario.

Para algunos grupos de personas, como niños, adolescentes, embarazadas y mujeres en etapa de lactancia, las bebidas energizantes no son una opción saludable.

Al respecto, cabe anotar que lo recomendable para un adulto es consumir menos de 400 miligramos de cafeína al día; asimismo, la American Academy of Pediatrics sugiere que los adolescentes no consuman más de 100 miligramos por día, y en el caso concreto de los niños lo ideal es evitarla.

La doctora Rula Hajj-Ali dice que, en nuestra sociedad, tratamos de quemar la vela por ambos extremos. “Muy a menudo, cuando estamos fatigados y cansados, pensamos que necesitamos más cafeína. Pero lo que realmente necesitamos es dormir”.

Así que la próxima vez que busque a tontas y a ciegas algo en los refrigeradores, olvídese de tomar una bebida energética: busque una alternativa y descanse un poco. ¡Cuide su salud cerebral!

Fuente: un artículo de Sandra Nieto publicado en el portal harmonia.la

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