Cuando se habla de vitamina C, es posible que tiendas a pensar en las naranjas como una buena fuente.
¿Pero sabías que las uvas también son una excelente forma de obtener vitamina C? Con otros nutrientes como antioxidantes, vitamina K y potasio, estos pequeños globos están repletos de toneladas de bondades.
“Las uvas son fantásticas porque no solo son asequibles, sino que también son versátiles”, afirma el dietista registrado Anthony DiMarino, RD. “Se pueden usar en muchos platos y situaciones diferentes”.
DiMarino conversó con nosotros sobre los beneficios de las uvas para la salud y cómo incorporarlas a nuestras comidas.
Beneficios de comer uvas
Las uvas están repletas de vitaminas, minerales y antioxidantes. También contienen mucha agua (80%), lo que puede ayudar a mantenerte hidratado. A continuación, te contamos cómo comer uvas puede beneficiar tu salud.
Ayuda a tu sistema inmunológico
Dado que las uvas son una gran fuente de vitamina C, pueden ayudar al sistema inmunológico a combatir infecciones bacterianas y virales como las producidas por hongos.
“Si tenemos un sistema inmunológico fuerte, nuestro cuerpo estará en mejores condiciones para luchar y prevenir cualquier enfermedad repentina y de corto duración”, comenta DiMarino.
Previene el cáncer
Llenas de antioxidantes, las uvas pueden ayudar a combatir los radicales libres, que son moléculas que pueden dañar las células y provocar cáncer.
“Por lo tanto, los antioxidantes actúan y reducen lo que llamamos estrés oxidativo para ayudar a reducir el riesgo de cáncer”, señala DiMarino.
Las uvas también contienen un antioxidante llamado resveratrol, que puede proteger contra el cáncer al reducir la inflamación y bloquear el crecimiento de las células cancerosas. Las uvas también contienen catequinas, quercetina y antocianinas, otros antioxidantes que pueden ser una combinación poderosa contra el cáncer.
Reduce la presión arterial
“Las uvas tienen un contenido muy bajo de sodio”, resalta DiMarino. “Encajan bien en un plan de dieta baja en sodio y ayudan a reducir la presión arterial”.
DiMarino enfatiza que las uvas tienen también un alto contenido de potasio, lo que puede ayudar a equilibrar la presión arterial. Si tiene una ingesta baja de potasio, puede mostrar un mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial.
Protege contra enfermedades cardíacas
El resveratrol no solo puede ayudar a prevenir el cáncer, sino que también se ha demostrado que ayuda a proteger contra las enfermedades cardíacas.
Un estudio también muestra que aquellos cuyas dietas contenían más potasio que sodio tenían menos probabilidades de morir de enfermedades cardíacas que los individuos que no incluían tanto potasio en sus dietas.
Reduce el colesterol alto
Encontrarás mucha fibra en las uvas, lo que las convierte en una buena opción para ayudar a reducir el colesterol alto.
“Siempre lo explico como si fuera una barredora de calles. Llega al torrente sanguíneo y transporta todo ese colesterol fuera del cuerpo hasta el hígado, donde se procesa”, dice DiMarino.
En un estudio de personas con colesterol alto, aquellos que comieron tres tazas de uvas rojas al día durante ocho semanas tuvieron niveles más bajos de colesterol total y colesterol LDL considerado malo.
Protege contra la diabetes
Las uvas tienen un índice glucémico bajo, lo que significa que no aumentarán el nivel de azúcar en sangre.
De hecho, los estudios muestran que los nutrientes de las uvas pueden disminuir los niveles de azúcar en sangre y aumentar la sensibilidad a la insulina, lo que puede ayudar al cuerpo a utilizar la glucosa.
Ayuda a mantener la salud del cerebro
Todo se reduce al resveratrol, que beneficia al organismo de muchas maneras. Este poderoso antioxidante ayuda a reducir el estrés oxidativo, lo que puede tener un efecto positivo en el cerebro.
“Piense en la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, que pueden ser signos de estrés oxidativo”, explica DiMarino. “El resveratrol puede ayudar a reducir las probabilidades de que se produzcan esas enfermedades”.
Aunque un estudio muestra el potencial del antioxidante a la hora de prevenir trastornos cognitivos, todavía es necesario realizar investigaciones en humanos para comprender realmente si es beneficioso.
Mejora la salud de los huesos
Gracias a la vitamina K y a minerales como el calcio, el magnesio y el potasio, comer uvas puede ayudar a mantener huesos fuertes.
Si bien todos esos nutrientes son importantes para la salud ósea, se necesitan más estudios para comprender completamente cómo las uvas pueden ayudar a la salud de los huesos.
Retrasa el envejecimiento
Sí, has leído bien. Si quieres luchar contra el paso del tiempo, las uvas pueden ayudarte a mantenerte joven.
El resveratrol (sí, ese poderoso antioxidante nuevamente) estimula el gen SirT1, que se ha relacionado con una esperanza de vida más larga al afectar y proteger positivamente a la estructura celular.
“Ayuda a proteger ciertos genes, lo que conduce a un envejecimiento saludable y a la longevidad”, anota DiMarino.
Mejora el sueño
¿Tiene dificultades para dormir bien por la noche? Las uvas pueden ayudarle a disfrutar del sueño.
“Las uvas contienen cierto grado de melatonina”, apunta DiMarino. “Por eso son un excelente refrigerio para la noche. No tienen muchas calorías y potencialmente pueden ayudarle a conciliar el sueño”.
¿Qué tipo de uvas deberías comer?
Existen muchas opciones disponibles: desde verde, blanco, morado y rojo; vienen hasta con nombres divertidos como algodón de azúcar y gotas de luna. Entonces, ¿cuáles deberías comer?
“Lo más importante es que elijas una opción lo más parecida posible a su forma natural”, sugiere DiMarino. “Entonces, en lugar de beber jugo de uva o comer pasas, la uva original, sin procesar, es donde obtendrás los mayores nutrientes”.
Una ración de uvas equivale aproximadamente a una taza. Considere agregarlas a batidos y ensaladas, como la de pollo. Pruebe también congelarlas para disfrutar de un dulce capricho.
“Sin duda, puedes aprovechar los beneficios de comer uvas dos o tres veces por semana”, sostiene DiMarino. “Están disponibles todo el año y pueden ser un excelente refrigerio”.
Fuente: un artículo publicado en el portal health.clevelandclinic.org
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