“Encuentra tu camino y síguelo, y no dejes que los obstáculos te desanimen”.
Ese es solo uno de los consejos que Stephanie Doucet comparte con sus compañeros sobrevivientes de tumores cerebrales, aunque se aplica fácilmente a todos en la vida.
En abril de 2016, Stephanie acababa de salir de la universidad cuando comenzó a experimentar terribles dolores de cabeza. Visitó a su médico, pero nos cuenta que le costó mucho lograr que se lo tomaran en serio. Finalmente, le diagnosticaron un meningioma y la llevaron de urgencia para practicarle una cirugía, la primera de dos craneotomías en el lapso de nueve meses.
Después de su primera cirugía, se matriculó en la universidad. A mitad de su primer semestre, los dolores de cabeza retornaron con fuerza y en enero regresó al hospital para otra cirugía.
“Tengo la suerte de contar con un buen cirujano. Gracias a su oportuna intervención, pronto volví a la escuela y terminé el programa en el que me había anotado”.
Un nuevo amigo
Stephanie realmente no sabía lo que quería hacer después de graduarse de su programa de asistente veterinaria. Pero, mientras se recuperaba de la cirugía, le presentaron a una nueva amiga: Stella.
“Mi vecino descubrió que realmente me gustaban los animales”, nos comenta. “Me dijeron: ‘Nuestra perra está en casa todo el día sola, podríamos traerla y tú cuidarla todo el día’”.
Así comenzó su relación con Stella, de quien Stephanie afirma se ha convertido en “una especie de perro de terapia para mí”.
Como Stephanie no estaba laborando, le ofrecieron también como trabajo el pasear a Stella, y desde entonces las dos han sido inseparables.
Abrazando lo positivo
Sería fácil ceder a la negatividad, dice Stephanie. Le diagnosticaron un tumor cerebral en un momento en que estaba lista para comenzar su vida en serio. Perdió la visión en el ojo derecho cuando era niña debido a la leucemia, y la audición en el oído derecho, y la sensación en el lado derecho de la cara décadas después por causa de un tumor cerebral.
Tomado todo junto puede deprimirte, dice ella. Pero ha encontrado muchas formas de superarlo. No significa que todos los días sean buenos, por supuesto, pero cuando las cosas se ven mal, ella puede estabilizar su curso nuevamente.
“Lo importante es tener gente en quien confiar y apoyarse”, dice Stephanie. Eso, y estar agradecido por lo que tienes, en lugar de por lo que has perdido.
“No puedo ver con mi ojo derecho. Algunas personas pueden dejar que eso los deprima, sin embargo ¿qué pasa si no puedo atrapar una pelota o ver películas en 3D?”, dice ella. “Siempre me recuerdo a mí misma que las cosas podrían ser mucho peores, pero no es así”.
Vivir el momento y tomar la vida un día a la vez ayuda a darle a Stephanie una sensación de control y perspectiva. Mirar hacia el futuro, dice, puede generar frustración por las oportunidades perdidas. Cuando eso sucede, es importante dar un paso atrás y concentrarse en el momento.
Encontrar consuelo
Stephanie es tímida acerca de su fe católica, pero como tantas otras personas afectadas por tumores cerebrales, y la gente en general, la fe es una fuente de consuelo y perspectiva en un mundo por lo demás turbulento. Así es como se mantiene uno en la tierra, dice.
La música también es una fuente de consuelo para Steph, quien es una gran fan de Hunter Hayes, en particular de su canción Dear God, donde le pregunta a su creador si es posible que cometa errores. La duda es parte del crecimiento, dice Stephanie. Superarlo solo requiere un paso.
“Pienso en estos caminos en la vida”, dice ella. “Si llegas a una bifurcación en la carretera, puedes dedicar todo su tiempo a decidir qué camino tomar. Pero, finalmente, solo eliges uno y comienzas a recorrer ese camino. Si no es el que quieres, siempre puedes volver”.
Tal vez un camino te lleve a algún lugar que no conocías, añade. Incluso si el destino no es lo que tenías en mente, puede conducirte a un lugar nuevo y maravilloso.
Entre compañeros
El padre de Steph originalmente buscó a la Brain Tumor Foundation of Canada después de recoger un manual en el hospital. Stephanie estaba pasando por un poco de ansiedad en ese momento, y dice que se involucró primero con la organización asistiendo a un retiro para jóvenes adultos. Ella dice que la experiencia fue muy significativa, al poder reunirse con otras personas como ella.
Al ser de un pueblo pequeño, no había otros jóvenes con cáncer con los que pudiera conectarse, y al asistir a eventos como el Relevo por la Vida, siempre se sintió sola porque la multitud en su área era mucho mayor que ella. El retiro de jóvenes adultos cambió eso. Conoció a sus nuevos compañeros.
“Fue básicamente 20 años después que finalmente conocí a otro sobreviviente de cáncer infantil”, dice. “Sabía que potencialmente había otras personas como yo, pero no conocí a ninguna”.
Stephanie participará a finales del presente año como parte de la serie de seminarios web de la Brain Tumor Foundation of Canada, compartiendo su mensaje de perseverancia y positividad.
Sobre todo, dice ella, sé fiel a ti mismo. “Mira cada obstáculo como una oportunidad para ser más fuerte. Tal vez incluso obtengas una nueva perspectiva”.
Fuente: un testimonio publicado en el portal www.braintumour.ca
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