“¡Qué maravilloso es el hombre! Ve con la grasa, habla con un pedazo de carne, oye con un hueso y respira por un agujero”. Esta cita de Hazrat Ali —de 1.400 años de antigüedad— es asombrosa, y nos conduce a la idea de que el hombre es en verdad una creación maravillosa.
El cerebro y la mente humanos, el asiento de todos los sentidos, la memoria, el control, la acción y, por lo tanto, la inteligencia, lo hacen realmente enigmático, y la búsqueda de su comprensión y funciones es una tarea desafiante y compleja. Por lo tanto, el estudio de sus aberraciones y disfunciones se vuelve aún más intrigante.
Los tumores cerebrales y otros tumores del sistema nervioso central (SNC) malignos y no malignos comprenden una constelación diversa de más de 100 subtipos histológicamente distintos con epidemiología descriptiva, características clínicas, tratamientos y resultados variables.
Según Globocan 2020, la incidencia mundial de tumores cerebrales representa el 3,9% de todos los tumores malignos en hombres, mientras que en mujeres es del 3%; la población asiática contribuye con más de la mitad de estos casos. El cáncer de cerebro y del sistema nervioso es la 12ª causa de muerte entre hombres y mujeres. Aunque es relativamente raro, la morbilidad y mortalidad asociadas, y la proporción significativa de individuos jóvenes y de mediana edad afectados tienen una gran influencia en los años de vida ajustados por muerte, en comparación con otras neoplasias malignas.
Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, y de acuerdo a datos y cifras del 2022, la edad es un factor en las tasas generales de supervivencia después de que se diagnostica un tumor canceroso del cerebro o del SNC. La tasa de supervivencia a 5 años para las personas menores de 15 años es de alrededor del 75%. Para las personas de 15 a 39 años, la tasa de supervivencia a 5 años se acerca al 72%. La tasa de supervivencia a 5 años para las personas de 40 años o más es del 21%. Sin embargo, las tasas de supervivencia varían ampliamente y dependen de varios factores, incluido el tipo de tumor cerebral o de la médula espinal.
Causas y factores de riesgo del tumor cerebral
Un tumor cerebral es una colección anormal de células que crece en o alrededor del cerebro.
La mayoría de las veces, se desconoce la causa, pero los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle un tumor cerebral, a saber: antecedentes familiares (síndrome de Li-Fraumeni, neurofibromatosis, esclerosis tuberosa, síndrome de Turcot y enfermedad de von Hippel-Lindau), lesiones en la cabeza y convulsiones, exposición a infecciones, virus, compuestos químicos, campos electromagnéticos y radiación ionizante.
Aunque las personas de cualquier edad pueden desarrollar un tumor cerebral, son más comunes en niños y adultos mayores y, a medida que aumenta la edad, también aumenta el riesgo. Aunque no se puede prevenir un tumor cerebral, se puede reducir el riesgo de desarrollar un tumor cerebral al evitar los peligros ambientales como fumar y la exposición excesiva a la radiación.
Los pacientes con tumores cerebrales pueden presentar síntomas generales como dolor de cabeza y convulsiones, pérdida del control sensorial, alteraciones en la visión, cambios de comportamiento y personalidad, entumecimiento, hormigueo, pérdida temporal del conocimiento y muchos otros.
Diagnóstico y tratamiento del tumor cerebral
Para diagnosticar un tumor cerebral se necesita un enfoque multimodal que incluye un examen clínico realizado por un neurólogo o neurocirujano, utilizando varias modalidades de radiología como la resonancia magnética nuclear (IRM), la tomografía computarizada (TC), la tomografía por emisión de positrones (PET CT), seguidas comúnmente mediante una biopsia estereotáctica y posterior examen histológico, que es de suma importancia.
Basado en la correlación de la edad, la ubicación y la apariencia del tumor en la radiología, el histopatólogo llega a un diagnóstico morfológico y lo refina con el uso de marcadores inmunohistoquímicos y moleculares auxiliares relevantes (enfoque de morfología a molecular).
Existen muchos subtipos histológicos para lo se lleva a cabo una cuidadosa identificación de estos.
Los tumores cerebrales generalmente se dividen en tumores gliales (gliomas) y tumores no gliales. Los gliomas más comunes incluyen astrocitomas, oligodendrogliomas, ependimomas y glioblastomas. Los tumores que no son glioma incluyen al meningioma y a los tumores embrionarios o neuronales (como meduloblastoma, PNET del SNC, etcétera), linfoma, tumores de la vaina nerviosa, tumores de la hipófisis y de la glándula pineal. En el grupo de edad pediátrica, los tumores cerebrales son los segundos tumores más comunes con gliomas y tumores embrionarios que forman la parte más grande.
En la época actual es importante realizar marcadores moleculares para decidir en base al plan de tratamiento el pronóstico que conlleva el tumor. Por ejemplo, es necesario realizar estudios de mutación IDH 1 e IDH2, deleción de 1p/19q y estudios MGMT para los tipos comunes de gliomas o tumores cerebrales.
Una vez que se establece el diagnóstico, se utilizan las opciones de tratamiento de cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia dirigida para un manejo óptimo del paciente. La radiocirugía estereotáctica cerebral se suma a las posibilidades neuroquirúrgicas existentes.
En conclusión, sí, la edad juega un papel en el diagnóstico de un tumor cerebral ya que en ciertos grupos de edad algunos tumores son más comunes que otros; sin embargo, no es el único factor y el diagnóstico es un enfoque multimodal.
Fuente: el autor de este artículo es el Dr. Shaikhali M Barodawala, director científico y comercial de oncopatología integrada, consultor y jefe de patología anatómica del Global Reference Laboratory, Metropolis Healthcare Ltd., en los Estados Unidos. El contenido fue publicado en el portal www.thehealthsite.com
Gamma Knife Center Ecuador (GKCE) pone a disposición de toda la comunidad médica de nuestro país la revolucionaria terapéutica de Gamma Knife®, el equipo de radiocirugía de mayor precisión existente en nuestro medio para el eficaz tratamiento de lesiones y tumores cerebrales, cuyo innovador procedimiento no emplea bisturí ni exige hospitalización, lo cual descarta el uso de anestesia en los adultos y elimina todos los riesgos asociados a la cirugía convencional.
Consúltenos y adhiérase a la saludable experiencia de cientos de pacientes atendidos exitosamente a través de un método preciso, efectivo y seguro, disponible al alcance de todos.
Para servirlo mejor, estamos acreditados ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y de las principales aseguradoras privadas.
Reserve hoy mismo su cita y obtenga una segunda opinión. Somos GKCE: tecnología de punta al servicio de una óptima calidad de vida. El arte de curar sin invadir.