El edema cerebral es la inflamación del cerebro como resultado de una lesión. El cráneo grueso que rodea al cerebro evita que el tejido se expanda cuando se lesiona. Esta presión restringe la circulación sanguínea y priva al cerebro del oxígeno que necesita para funcionar correctamente. La presión elevada en el cerebro como resultado del edema cerebral puede ser dañina y posiblemente mortal sin tratamiento médico.
Este artículo cubre los tipos, síntomas y tratamiento del edema cerebral.
Tipos
Los tipos de edema cerebral varían según la causa y la gravedad de la lesión cerebral. También dependen de cómo la lesión afecte la barrera hematoencefálica (BHE), una barrera en el cerebro que protege la inmunidad al mantener el flujo de nutrientes y la salida de patógenos dañinos.
El edema cerebral de cualquier tipo provoca un aumento de la presión sobre el cerebro. Los tipos más comunes de edema cerebral incluyen:
Aunque los tipos de edema cerebral dependen de la causa, cada uno da como resultado una hinchazón que impide que el oxígeno y los nutrientes circulen por el cerebro.
Síntomas
Los síntomas del edema cerebral dependen del tipo y la causa del edema. El edema cerebral puede localizarse en una pequeña parte del cerebro o afectar a todo el cerebro, lo que puede dictar algunos de los síntomas.
Los síntomas pueden incluir:
La presión arterial puede aumentar para compensar la disminución del flujo sanguíneo en el cerebro. Esto da como resultado una respiración irregular y una frecuencia cardíaca reducida.
Causas
Varias lesiones y afecciones neurológicas pueden causar edema cerebral. Estos incluyen:
Las condiciones no neurológicas y ciertos factores ambientales también pueden causar edema cerebral. Estas incluyen:
También se sabe que ciertos factores ambientales, como estar a gran altura, causan edema cerebral.
Diagnóstico
Los síntomas que presenta el paciente determinarán qué herramientas de diagnóstico utilizará el médico para examinarlo. El examen inicial puede incluir una revisión neurológica para evaluar las habilidades motoras y sensoriales, la audición, el habla, la visión, el equilibrio y la coordinación.
Las pruebas de diagnóstico para el edema cerebral incluyen:
Los resultados de las pruebas de diagnóstico indicarán qué tipo de tratamiento recibirá un paciente para el edema cerebral.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es volver a regular el flujo sanguíneo y el oxígeno al cerebro.
Los tratamientos para el edema cerebral variarán según la causa de la afección.
El edema cerebral causado por una lesión menor en la cabeza puede requerir solo unos días de descanso. Sin embargo, los traumatismos cerebrales más graves requerirán un tratamiento más extenso, a menudo con una combinación de hospitalización, cirugía o medicación.
El tratamiento para el edema cerebral puede incluir:
Los pacientes que experimenten un edema cerebral más extenso requerirán una estrecha monitorización junto a la cama y exámenes del nivel de conciencia (LOC). Se realizan controles neurológicos frecuentes para medir cualquier cambio neurológico nuevo o en declive.
El empeoramiento de los cambios en el nivel de conciencia o la función neurológica a menudo requiere el ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI).
Pronóstico
El pronóstico del edema cerebral depende de la causa y la gravedad de la lesión y de la rapidez con la que se produce la intervención médica.
El edema cerebral puede tener efectos residuales a largo plazo que pueden durar desde semanas hasta meses. En algunos casos, los déficits neurológicos pueden ser permanentes.
Si no se trata, el edema cerebral severo puede causar compresión del cerebro y del tronco encefálico o puede provocar la muerte.
Un consejo de los especialistas
El edema cerebral es una afección grave que requiere tratamiento médico. Sin embargo, los tratamientos efectivos y los profesionales con experiencia en la atención neurológica oportuna pueden ayudar.
Si usted o alguien a su alrededor experimenta una lesión en la cabeza o una disminución de la función neurológica, debe ir a la sala de emergencias o comunicarse con su médico o proveedor de salud lo antes posible.
Fuente: una nota científica de Sarah Jividen publicada en el portal www.verywellhealth.com
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