Vivir en una casa desordenada impacta de forma negativa en el humor. El hogar refleja la relación que las personas guardan con los objetos y cómo dejan entrar o salir personas o cosas de su vida.

Levantarse en una casa desordenada es un predisponente para comenzar mal el día, según algunos expertos en organización del hogar. Y es que las casas ordenadas son el reflejo de las personas que allí hacen vida. Al entrar en estos ambientes, se siente buen ánimo y todo se observa en su sitio.

Es cierto que no siempre alcanza el tiempo para ordenar todo, pero, como señala la autora Marie Kondo, “solo hace falta un día para que tu casa quede ordenada para siempre”.

La japonesa Hideko Yamashita ideó el concepto Dan-sha-ri como una forma de “poner orden en los trastos de la casa y recuperar el buen humor de la vida”. Este concepto se resume en rechazar las cosas innecesarias (Dan), deshacerse de las cosas inútiles que se poseen (sha) e identificar el deseo por las cosas innecesarias (ri).

Se emplea como técnica para seleccionar objetos y denota la relación que se tiene con las cosas. No se trata de “esto se puede utilizar aún, así que lo guardo”, sino de “lo utilizo, es necesario”.

La propuesta es deshacerse de todo lo innecesario, según expone Yamashita en su libro Ordena tu vida, en el que además señala que “cuando una persona tiene su casa desordenada, se transmite a sí misma una energía negativa e incluso, en cierto sentido, sufre una forma de humillación. Se avergüenza de sí misma, se desprecia por abandonarse”.

Un hecho que va en contra del bienestar es el vivir en medio de la desorganización, lo cual también constituye una fuente de estrés, que puede devenir en dolores musculares, padecimientos psíquicos, cansancio, entre otros.

Los estresores que se tienen en cuenta, generalmente, son las altas exigencias de la vida social y laboral, pero el entorno físico pasa inadvertido. No obstante, estímulos como el calor, el frío y el desorden, son fuentes de estrés.

Vivir en una casa desordenada predispone para comenzar un mal día, tal como se ha comentado, y esto se evidencia al momento de despertar y escoger la ropa o desayunar en una cocina en la cual no hay nada categorizado u ordenado. Todo esto incrementa el mal humor y la pérdida de tiempo. Así, la vuelta a casa, tras una larga jornada de trabajo, lejos de ser un alivio, se convierte en una carga.

Se ha comentado que el desorden provoca nerviosismo, mientras que el orden permite el ahorro de tiempo y de dinero. La persona siente más motivación al momento de vestirse, arreglarse, invitar amistades a casa o disfrutar de su espacio.

Cuando se vive en una casa ordenada, se siente más serenidad. Pocas experiencias son tan acogedoras como regresar del trabajo y encontrar sábanas limpias, una habitación ordenada y con buen aroma. Esto es absolutamente relajante.

Efectos negativos de vivir en una casa desordenada

Entre los efectos negativos de vivir en una casa desordenada, se encuentran los siguientes:

• Estrés
• Falta de concentración
• Mal estado de ánimo
• Discusiones y enojos
• Falta de higiene
• Alergias e infecciones
• Poca claridad en las ideas y ansiedad

Si el entorno está ordenado, la persona podría colocar una libreta al lado de su cama y aprovechar los momentos en los que aparecen buenas ideas para apuntarlas, por ejemplo. Si la casa está desordenada, esto no será fácil, dado que la mente se concentrará en el desorden.

Vivir en una casa ordenada también tiene como beneficio el dormir y despertar con sensaciones agradables, paz, tranquilidad y motivación para comenzar el día, lo cual permitirá que se tenga un buen manejo de los quehaceres, el tiempo y los pendientes.

Ideas para vivir en una casa ordenada

No se trata de vivir en una casa llena de lujos, sino con un orden que impida el retraso de las tareas. Algunas ideas para lograrlo son las siguientes:

• Evitar dejar objetos en cualquier lugar
• Disponer de un lugar para cada objeto
• Guardar nuevamente las cosas en el sitio destinado
• Evitar guardar o acumular objetos que no se utilizarán
• No dejar la cama sin hacer antes de salir
• Lavar los platos al instante y no dejarlo para después
• Doblar la ropa antes de guardarla
• No comprar cosas que no se necesitan
• No guardar papeles que pueden digitalizarse
• Deshacerse de los aparatos que no funcionen o repararlos, pero nunca guardarlos si están fuera de servicio

Uno de los espacios más importantes de la casa es la habitación, pues se trata de un lugar íntimo en el que se descansa y la idea es evitar sentirse agobiado en el lugar de relajarse.

Tener despejadas las superficies, cambiar las cortinas cuando corresponda o limpiar la ropa de cama promueve el orden. Esto aporta una agradable estética a la habitación, un lugar en el que se pasará tiempo de descanso y calidad.

Los ambientes limpios son saludables. Manteniendo las cosas en su sitio, la limpieza será un hábito diario y no solo una tarea para fin de semana.

Las cajas, cajones y contenedores se pueden rotular. Un vestidor ordenado ofrecerá más claridad al momento de seleccionar la ropa, haciendo la tarea más rápida y predisponiendo el ánimo para iniciar un buen día.

Fuente: un artículo de Isbelia Farias publicado en el portal www.psicoactiva.com

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