La música clásica es conocida ampliamente por sus múltiples beneficios. Se ha comprobado que estimular nuestros oídos con este tipo de ritmos y patrones musicales trae agradables sensaciones y colabora con el tratamiento de enfermedades.
Algunos beneficios que se atribuyen a la música clásica son ciertos, otros de ellos son leyendas. En este artículo les contaremos cómo sacar provecho de exponerse a oír música clásica.
La música y el cerebro
La música genera sensaciones. Una canción que acabamos de oír nos puede generar felicidad. Una melodía conocida puede llevarnos a recordar momentos pasados. Escuchar música en grupo nos hace compartir un sentimiento con los demás. Todo esto sucede porque la música tiene efectos en nuestro cerebro.
Escuchar melodías y canciones estimula diversas áreas del cerebro, como las responsables de la memoria, la concentración y el estado de ánimo. Es así como la música puede mejorar el sueño, optimizar la concentración, liberar el estrés, entre muchas otras cosas más.
Sin embargo, no todos los géneros musicales tienen los mismos efectos. El rock nos invade de adrenalina con sus ritmos pesados y acelerados. La música electrónica estimula al cerebro de modo que genera impulsos eléctricos que mejoran la concentración. El pop incrementa la producción de dopamina, lo que genera placer.
No obstante, el centro de nuestra atención hoy será la música clásica. Está científicamente comprobado que, escucharla durante al menos unos minutos al día conlleva múltiples beneficios. La música clásica estimula áreas cerebrales que nos permitirán mantenernos alerta, optimizar procesos de aprendizaje y mejorar la concentración.
Para conocer más a fondo qué producirá en ti la escucha diaria de música clásica, revisaremos cuáles son las principales ventajas que nos aporta este género.
Escuchar música clásica protege tu cerebro
Escuchar música clásica mejora la actividad de los genes implicados en la secreción y transporte de dopamina, la neurotransmisión sináptica, el aprendizaje y la memoria, y baja la expresión de genes que median la neurodegeneración.
Escuchar música representa una función cognitiva compleja del cerebro humano, que se sabe que induce varios cambios fisiológicos y neuronales. Sin embargo, lo que ocurre a nivel molecular al escuchar música se mantiene en gran parte desconocido.
Un grupo de investigación finlandés ha encontrado que el acto de escuchar música clásica afecta a los perfiles de expresión génica de los participantes, tanto a los que son musicalmente expertos como a los que son simplemente aficionados.
Todos los participantes escucharon el concierto de violín de W.A. Mozart Nr 3, G-major, K.216, que dura 20 minutos.
Lo que los científicos encontraron fue que escuchar música clásica mejora la actividad de los genes implicados en la secreción y transporte de dopamina, la función sináptica, el aprendizaje y la memoria. Varios de los genes regulados eran conocidos por ser responsables del aprendizaje de canciones y el canto en aves, sugiriendo un fondo común evolutivo entre especies en cuanto a la percepción de sonidos.
En concreto, uno de los genes en los que veían aumentada su expresión, la alfa sinucleína (SNCA) —un gen implicado en el Párkinson—, se encuentra en la región de vinculación más fuerte relacionada con la aptitud musical. SNCA es además conocido por estar implicado en el aprendizaje del canto en las aves.
Música para una mejora cognitiva
A su vez, los autores encontraron que escuchar música clásica provoca una bajada de expresión de los genes asociados a neurodegeneración, lo que implica un papel neuroprotector de la música.
Los hallazgos de este estudio son muy interesantes, y aportan nueva información sobre el fondo genético de la percepción musical y su evolución. Además, pueden dar más ideas acerca de los mecanismos moleculares subyacentes a la musicoterapia.
Efecto Mozart
En la década de los noventa, el otorrinolaringólogo Alfred Tomatis describió el “Método terapéutico Tomatis”. En el cual, durante las sesiones, hacía que sus pacientes escuchen música clásica, principalmente obras de Mozart. Pretendía estimular el oído y el sistema nervioso, para integrar aspectos del desarrollo y comportamiento humano.
Tomatis creía que las obras de Mozart eran capaces de producir este tipo de estimulación, de ahí el nombre atribuido: “Efecto Mozart”. Comenzó así a surgir la idea de que, escuchar música clásica y, especialmente obras de Mozart, podían curar la depresión y hasta volver a las personas más inteligentes.
Se difundió aún más este concepto, por afirmaciones de la psicóloga estadounidense Frances Rauscher de que la música clásica compuesta por Mozart podía estimular la inteligencia de los niños y aumentar su coeficiente intelectual. Sin embargo, esta teoría no prevaleció.
Un estudio posterior realizado por el científico Jakob Pietschnig y su equipo en la Universidad de Vienna en el año 2010, reveló que en realidad las afirmaciones de Rauscher no eran acertadas. Analizaron este hecho en más de treinta estudios que involucraron a miles de personas. Y, aun así, no lograron encontrar evidencia acerca de que las melodías de Mozart tuvieran relación alguna con estimulaciones que lleven a un incremento del coeficiente intelectual.
En palabras de Pietsching (2010): “Recomiendo a todo el mundo escuchar la música de Mozart, pero la esperanza de que con ello aumenten sus capacidades cognitivas es vana”.
Siete beneficios de escuchar música clásica
Si bien el fenómeno del Efecto Mozart ha sido desmentido, eso no implica que escuchar música clásica no sea un hábito positivo. De hecho, hacerlo, aporta múltiples y variados beneficios. Aquí te contaremos sobre las más saludables ventajas de las que disfrutarás.
Reduce el estrés
En los tiempos que corren, estar estresado es moneda corriente y, es un hecho, que la música clásica ayuda a reducir los niveles de estrés. Estudios han indicado que este tipo de melodías favorecen la relajación de los músculos, lo que contribuye a liberar el estrés.
Influye en el estado de ánimo
La música clásica, por sus características, contribuye a mejorar el estado de ánimo. Sus armoniosas melodías nos estimulan, generando sensaciones placenteras y de bienestar. En general, lograrás sentirte más feliz.
Combate el insomnio
Investigadores de la Universidad de Toronto han demostrado que los ritmos y patrones de la música clásica colaboran con la conciliación del sueño para combatir el insomnio. Estas melodías consiguen crear un estado meditativo y enlentecen las ondas cerebrales.
Utilizada para complementar tratamientos
Para tratar algunas enfermedades mentales tales como el Alzheimer y el Parkinson, la música clásica es utilizada como complemento. Los resultados de permitirles a los pacientes oír música clásica mientras son tratados revelan que esta favorece su predisposición en los ejercicios que les permiten estimular su memoria.
Estimula la creatividad
El arte, en general, estimula nuestra capacidad cerebral. La música clásica no es la excepción. Al estimular nuestro cerebro, también permite estimular nuestra capacidad creativa. Por lo que podemos decir que escuchar diariamente música clásica nos volverá más creativos.
Reduce la presión arterial
Escuchar música clásica trae beneficios para las personas hipertensas. Así como ayuda a relajar los músculos y liberar estrés, también contribuye a disminuir la presión arterial.
Puede favorecer el aprendizaje
Si bien el efecto Mozart ha sido desmentido, es verdad que escuchar música clásica constituye una útil estrategia para favorecer procesos de aprendizaje. No nos volverá más inteligentes, pero sí dejará a nuestro cerebro predispuesto para aprender, en tanto aumenta la concentración.
Escucha música clásica y disfruta de sus positivos beneficios
Como habrán podido ver, al escuchar música clásica no se volverán más inteligentes como afirmaba la teoría del Efecto Mozart. Sin embargo, sí podrán gozar de otros beneficios de suma importancia como los que hemos mencionado.
Si buscan reducir el estrés, estimular su creatividad, incluso ayuda para conciliar el sueño, la música clásica será un excelente complemento para hacerlo. No hace falta que escuchen exclusivamente las obras del talentosísimo Wolfgang Amadeus Mozart. Cualquier melodía de este género musical, por sus características, los ayudará a alcanzar el beneficio que buscan.
No cabe retrasar esta saludable experiencia. Inicien hoy, mejoren su estado de ánimo de la mano de la música clásica y noten la diferencia.
Fuentes: www.investigacionyciencia.es www.psicoactiva.com
A lo largo de una década, Gamma Knife Center Ecuador ha mantenido intacto el propósito de proyectarse como un rayo de esperanza, dirigido a mejorar o extender la calidad de vida de pacientes con tumores y lesiones cerebrales.
Consolidamos nuestro compromiso con la excelencia sostenidos en la innovación de sistemas y procedimientos internos que, junto a una óptima capacitación, garantizan que tanto el servicio como los resultados, cumplan el objetivo de curar sin invadir.
Para una evaluación o una segunda opinión, contáctenos hoy mismo. Estamos acreditados ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y de las principales aseguradoras privadas.
Gamma Knife®: el estándar de oro de la radiocirugía estereotáctica cerebral, al alcance de todos y sin salir del país.