La temporada navideña tiene a veces una forma sigilosa de acercarse a nosotros. Todos hemos estado allí, conduciendo al trabajo una mañana a mediados de noviembre —pensando en la proximidad del día de Acción de Gracias y las ofertas del Black Friday— cuando enciendes la radio y boom, ahí está: Jingle Bells o Santa Claus llegó a la ciudad.

Según el psicólogo clínico Scott Bea, PsyD, la forma en que reaccionamos a las primeras melodías navideñas tiene mucho que ver con lo que nuestro cerebro asocia con la temporada navideña.

¿Cálido y difuso o el polo opuesto?

“Para las personas que han tenido grandes Navidades, llenas de celebración y buenos sentimientos cuando eran jóvenes, estas serán temporadas más acogedoras bajo todas las señales exteriores que ocurren con la Navidad; y la música navideña es una de esas señales realmente poderosas”, explica.

Por otro lado, si alguien tiene recuerdos difíciles asociados con las celebraciones de diciembre, escuchar música vinculada con esta época del año puede traerle algunos sentimientos no tan agradables.

De hecho, una encuesta mostró que casi el 25% de los estadounidenses afirma que la parte más estresante es escuchar música navideña los días previos a la Navidad.

Muchos perciben esas melodías como una creciente presión navideña

“Si las melodías comienzan demasiado pronto y la gente tiende a tener respuestas de ansiedad ante la cercanía de festividades y feriados, paralelamente se activan esas respuestas de estrés temprano para comprar o intentar programar unas vacaciones perfectas”, dice el doctor Bea. “Si las personas son propensas a ese perfeccionismo, escuchar música navideña demasiado pronto puede crear esas asociaciones y aumentar la tensión antes de que algo realmente suceda”.

Para otros, alterar el ritmo de las festividades simple y llanamente no se siente bien.

El doctor Bea dice que a muchas personas no les gusta ver adornos de diferentes festividades colisionando en la tienda, y que esto en realidad puede crear una respuesta de estrés en nuestros cerebros.

Sin embargo, señala que los minoristas a menudo inundan de color festivo el ambiente de los centros comerciales lo antes posible, porque varias investigaciones han demostrado que la música navideña combinada con aromas navideños, lleva a los compradores a comprar más y a pasar más tiempo en los almacenes.

¿Qué puedes hacer para mantenerte alegre?

Si no eres del tipo de persona que está lista para cantar villancicos antes de que se corte el pavo de Acción de Gracias, siempre puedes desconectarte hasta que estés listo para entrar de lleno en el espíritu navideño, sugiere el doctor Bea.

“Puedes incluso bloquearlo un poco”, dice. “Puedes hacerlo físicamente, si tienes pequeños audífonos o algo que puedas poner para evitarlo. O puedes cambiar la estación si están tocando canciones navideñas con cierta anticipación. En verdad, cada uno tiene en sus manos el control sobre cómo y cuánto esto podría afectarle en su cotidianidad”.

El doctor Bea dice que un aspecto de la música navideña en el que la mayoría de la gente estará de acuerdo es que ciertas canciones que se repiten exageradamente pueden llegar a alterarnos los nervios. Cuando una canción se toca demasiado, incluso si solía gustarnos, puede en verdad irritarnos después de un tiempo.

Fuente: un artículo publicado en el portal health.clevelandclinic.org

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