¿Alguna vez has perdido el hilo de tus pensamientos mientras estás en medio de una actividad? O tal vez estás atrapado en una conversación cuando de repente tienes problemas para recordar esa maldita palabra o detalle que simplemente se te escapó. Estos eventos son comunes a medida que envejecemos. Pero si tu forma de pensar se ha visto afectada repentinamente y empeora en forma gradual, por lo cual tienes dificultad para concentrarte o poner tus pensamientos en palabras, es posible que estés experimentando lo que la gente llama niebla mental.

La neuropsicóloga Kamini Krishnan, PhD, explica por qué la niebla mental se ha convertido en un término popular en este último tiempo y por qué la niebla mental puede ocurrir como síntoma de otras afecciones comunes.

¿Qué es la niebla mental?

La niebla mental no tiene una sola definición oficial o diagnóstico médico. En cambio, a menudo es un grupo de síntomas cognitivos que experimentan las personas. La niebla mental también puede ser muchas cosas para diferentes personas. Puede incluir cualquiera o todos de los siguientes signos:

• Problemas para enfocar
• Dificultad para permanecer atento
• Problemas para recordar detalles familiares como nombres, lugares o palabras
• Tiempos de reacción y procesamiento de la información lentos
• Fatiga general o letargo
• Nubosidad en el juicio
• Pérdida frecuente del tren de pensamiento

“Cuando tienes déficits en estas áreas, puedes sentir que tienes problemas de memoria. Pero es más un problema adquirir y mantener la información correcta”, dice la doctora Krishnan. “Si no está recibiendo la información correcta, no se puede esperar que la conserve”.

¿Qué causa la niebla mental?

Entonces, ¿qué está causando el bloqueo de información? Bueno, no hay una respuesta definitiva. Una idea es que la respuesta del sistema inmunológico de su cuerpo podría causar inflamación en su cerebro. Cuando ocurre una inflamación, esto podría causar un bloqueo temporal en el procesamiento de la información. La niebla mental también puede ser causada por estrés crónico, cambios hormonales o desequilibrios de azúcar en la sangre.

“La niebla mental es una especie de manifestación de algún tipo de inflamación o respuesta crónica al estrés”, explica la doctora Krishnan. “El estrés crónico puede tener efectos secundarios. Afecta su sueño, su nutrición y su capacidad física. Esos problemas secundarios pueden provocar o estar asociados con trastornos psiquiátricos”.

Aquí hay algunas condiciones comunes asociadas con los síntomas de niebla cerebral.

El embarazo

Experimenta una variedad de cambios hormonales durante cada trimestre. Cuando ocurren estos cambios hormonales, su cerebro trata de restablecer el equilibrio liberando y suprimiendo ciertas hormonas para nivelarlo todo. Puede experimentar niebla mental debido a este flujo constante de hormonas o debido a otros factores estresantes que pueden ocurrir incluso al principio de su embarazo.

“En su primer trimestre, puede tener más náuseas, mala nutrición, insomnio o falta de sueño u otros factores estresantes por una variedad de razones. Todas estas cosas pueden manifestarse como niebla mental”, dice la doctora Krishnan.

COVID-19

La niebla cerebral (brain fog) ha estado recibiendo sus 15 minutos de fama gracias a la COVID-19 y todos sus síntomas relacionados. De hecho, la niebla mental es uno de los tres síntomas principales que suelen enumerar los transportistas de larga distancia, que experimentan síntomas prolongados o retrasos en los síntomas por semanas y, a veces, meses después de la infección inicial.

“Las personas que han estado en la UCI o que requirieron formas de tratamiento más severas tienden a experimentar más niebla mental”, comenta la doctora Krishnan.

El problema, señala Krishnan, es que los viajeros de larga distancia y las personas que se han recuperado de la COVID-19 a menudo también experimentan otros síntomas que pueden provocar confusión mental. Esto incluye problemas para dormir, aumento de los niveles de estrés o estado de ánimo, o un cambio significativo en su dieta o nutrición. “Todos estos factores también pueden contribuir a la niebla mental”, afirma.

Por lo tanto, es difícil identificar exactamente qué está causando la niebla mental: COVID-19 o estos otros síntomas estrechamente relacionados. Una hipótesis importante es que la confusión mental relacionada con la COVID-19 en realidad puede ser el resultado de una tormenta de citoquinas (también conocida como síndrome de liberación de citoquinas).

En una tormenta de citoquinas, su cuerpo inunda su torrente sanguíneo con proteínas inflamatorias llamadas citoquinas. Estas citoquinas ayudan a atacar el virus o cuerpo extraño, que está causando problemas. Pero esto también puede desencadenar una respuesta exagerada del sistema inmunológico en otras áreas de su cuerpo, como su cerebro, y provocar una mayor inflamación.

“Si bien intenta ser protector, también puede tener efectos negativos”, puntualiza la doctora Krishnan.

Depresión y ansiedad

La depresión y su relación con la niebla mental es como preguntar qué fue primero, ¿el huevo o la gallina? A menudo, uno puede conducir al otro y viceversa. Una razón común para esto puede deberse a la neuroinflamación causada por la activación constante de la vía hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HHS).

“Esa es la respuesta de lucha o huida de su cuerpo”, argumenta la doctora Krishnan. “Si su cuerpo está en un nivel constante de activación, puede tener efectos secundarios negativos y presentarse como depresión o ansiedad porque tiene esa respuesta inflamatoria”.

La niebla mental asociada con la depresión o la ansiedad a menudo se siente como una fatiga constante o una sensación general de malestar.

Quimioterapia

La misma tormenta de citoquinas que está presente en algunas personas con COVID-19 también puede ocurrir como resultado de la quimioterapia. Sin embargo, a diferencia de la COVID-19, la niebla mental asociada con los tratamientos de quimioterapia a menudo desaparece en un tiempo mucho más corto.

“A veces, la confusión mental o las quejas cognitivas no aparecen sino hasta unos años después del comienzo de la quimioterapia”, indica Krishnan. “No anticipamos que esto sea un problema a largo plazo. La mayoría de la gente dice que mejora a medida que pasa el tiempo de los tratamientos de quimioterapia”.

Sensibilidades alimentarias

Algunas sensibilidades a los alimentos también pueden provocar confusión mental o su respuesta inflamatoria asociada. Por ejemplo, con la enfermedad celíaca, las personas a menudo se quejan de sentirse turbias o atascadas debido a su sensibilidad al gluten.

Niveles de azúcar en la sangre

Si tiene un nivel bajo de azúcar en la sangre (hipoglucemia), puede sentirse mareado, aturdido o nervioso e incapaz de concentrarse. Esto es especialmente cierto en personas con diabetes si su cuerpo produce demasiada insulina. A veces, incluso puede experimentar niveles bajos de azúcar en la sangre después de una comida.

Condiciones autoinmunes

Varias condiciones autoinmunes también están asociadas con la niebla mental, entre ellas:

• Lupus
• Síndrome de fatiga crónica
• Esclerosis múltiple
• Fibromialgia

“Un ataque prolongado al sistema inmunológico tiende a tener un impacto en la función cerebral de un individuo”, señala Krishnan.

¿Cómo puedo deshacerme de la niebla mental?

En general, no se conocen medicamentos o tratamientos que corrijan directamente la niebla mental. Para abordar de inmediato la mayoría de los factores estresantes crónicos, la doctora Krishnan sugiere concentrarse en mejorar su sueño, obtener una buena nutrición y hacer ejercicio 30 minutos todos los días, cinco días a la semana. Estos pequeños cambios en su vida cotidiana pueden acumularse con el tiempo, tener un gran impacto en la respuesta de su sistema inmunológico y reducir la inflamación.

“Esto no tiene que ser una maratón”, dice la doctora Krishnan. “La idea es desafiarte a ti mismo todos los días y reducir los factores estresantes tanto como sea posible en tu vida”.

La doctora Krishnan también sugiere tomar descansos mentales a lo largo del día para desarrollar su capacidad mental.

“La mayoría de nosotros tendemos a ir, ir, ir hasta que llegas a un punto sin retorno y luego estás fatigado o cansado o no puedes hacer las cosas por un día o dos”, agrega Krishnan. “Recomendamos que las personas tomen descansos de 20 a 30 minutos, incluso antes de que estén cansados, haciendo algún tipo de actividad enfocada como caminar, escuchar música o cerrar los ojos y descansar”.

Si probó estos métodos o experimentó confusión mental durante algún tiempo, debe llamar a su proveedor de atención médica o trabajar con un especialista en medicina integral que pueda ayudarlo a realizar cambios en el estilo de vida en varias áreas que incluyen dieta, nutrición, sueño y ejercicio.

Fuente: una nota científica publicada en el portal health.clevelandclinic.org

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