La interacción médico-paciente es el núcleo absoluto de la medicina clínica. Tal vez voy a ir mucho más lejos: es el núcleo de la atención médica en general. Siempre trato de recordarlo. Cada vez que me siento frustrado con el sistema, la burocracia, y por supuesto, la debacle de nuestros registros médicos electrónicos y sus requisitos de entrada de datos, procuro separarme de todo aquello y enfocarme en que ahora estoy cara a cara con mi paciente y su familia. Esta oportunidad de servicio es invaluable y es la razón por la cual elegí esta profesión.
Las interacciones y el honor de servir a mis pacientes en un momento bajo de sus vidas hacen que todo valga la pena. Es aquí donde ocurre la magia de la medicina, y es algo que no debe ser tocado por ningún factor externo, si en conciencia eliges hacerlo de esa manera.
He aquí tres cosas que los pacientes buscan en esa interacción médico-paciente:
Una técnica que utilizo –que de hecho recibe comentarios muy positivos– consiste en abandonar completamente la computadora, sobre todo cuando me encuentro con un paciente por primera vez. Me siento frente a ellos, me apoyo y estoy completamente presente. Realizo notas en un pedazo de papel en mi regazo. A los pacientes les encanta (en realidad, a todos les gustaría ese tipo de servicio cuando están explicando algo en una situación profesional, incluso en la tienda de abastos).
Escribir cosas cuando estás cara a cara con alguien, subconscientemente da una mejor impresión de que se está concentrando y procesando mentalmente, en lugar de escribir en un frío teclado y girar la cabeza fijando la atención en una pantalla.
Estas son solo tres cosas que cualquier médico debe esforzarse por hacer en su interacción, para brindar a sus pacientes la experiencia que merecen. Puede que solo sea otro “nombre en la lista” para nosotros, pero para los pacientes que pueden haber esperado horas o días para vernos, es la parte de su día que generalmente recordarán y apreciarán más.
A lo largo de mis años de tratar a miles de pacientes, ver tantos malentendidos y malas interacciones, y ahora estar en una posición en la que estoy enseñando muchas de estas habilidades, me lleva a afirmar que en verdad no es tanto lo que piden los pacientes.
Ya somos muy buenos con nuestro conocimiento científico y tenemos tratamientos estelares a nuestra disposición, pero es el lado humano el que a menudo se olvida, y se deja de lado. Claro, el tiempo es difícil y no está disponible en abundancia. Pero incluso un minuto o dos adicionales pueden hacer una gran diferencia.
Actualmente estamos en un pantano de atención médica de proporciones épicas, donde perdemos el bosque por los árboles. Continuamos alejándonos de las líneas del frente, entre una ola de trámites y formularios. Por supuesto, un sector tan grande como el cuidado de la salud necesita cierta supervisión, normas y regulaciones, pero hemos ido demasiado lejos.
Ese momento cuando un médico se sienta con su paciente, es la práctica de la medicina, y debe seguir ocupando un lugar estelar en cualquier sistema de atención de salud. Así que doctor: ¡este es su momento! Aprovéchelo al máximo y brindemos a los pacientes lo que merecen cuando estamos cara a cara con ellos; incluso si el resto del mundo que nos rodea se siente como si se estuviera derrumbando. ¡Ánimo!
Fuente: un artículo del Dr. Dhand Suneel publicado en KevinMD.com
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