Cada vez hay más pruebas de que algunas de las mejores cosas que puedes hacer por tu cerebro también son las que más benefician a tu cuerpo.

Un nuevo asesoramiento científico emitido por la American Heart Association y la American Stroke Association, publicado en la revista Stroke, promueve siete pasos simples que las personas pueden seguir para mantener sus cerebros saludables, y reducir así el riesgo de deterioro cognitivo a medida que envejecen.

Los pasos incluyen controlar la presión arterial y el colesterol, mantener el azúcar en la sangre normal, procurar estar físicamente activo, llevar una dieta saludable, perder peso adicional y dejar de fumar (o nunca comenzar).

Estos pasos también ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, y eso no es en sí una coincidencia. En los últimos años, los hallazgos de investigación se han vuelto lo suficientemente consistentes como para recomendar estos pasos, típicamente recomendados para ayudar al corazón y a los pulmones, y por ende a la salud del cerebro, según los autores del informe.

“En la década de 1990, empezamos a notar que los factores de riesgo cardiovascular tradicionales no solo estaban relacionados con el accidente cerebrovascular y el ataque cardíaco y otras enfermedades cardiovasculares, sino que también podían ser precursores del deterioro cognitivo”, anota el neurólogo vascular Dr. Philip Gorelick, presidente del grupo de redacción del citado asesoramiento.

La investigación realizada a principios de la década del 2000, relacionó primero factores de riesgo cardiovascular como arterias obstruidas con la enfermedad de Alzheimer, apunta Gorelick, y un estudio del Instituto de Medicina (IOM) producido en 2015, que promocionaba estrategias saludables para el corazón, tales como controlar la presión arterial alta y la diabetes, como formas importantes de reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

“Una vez que la OIM publicó su informe, decidimos que era hora de avanzar y pensar más seriamente sobre la defensa de la salud del cerebro junto con la salud del corazón”, señaló Gorelick. El grupo asesor revisó 182 estudios publicados mientras escribía sus recomendaciones.

El cerebro necesita un flujo de sangre adecuado para funcionar de manera óptima, y ​​cuando el flujo de sangre se reduce o se bloquea, porque el corazón no bombea adecuadamente o las arterias están llenas de placa, el tejido cerebral puede dañarse, dice Gorelick. La presión arterial elevada, el colesterol y el azúcar en la sangre pueden afectar los vasos sanguíneos que conducen al cerebro y causar accidentes cerebrovasculares o miniaccidentes cerebrovasculares que a su vez pueden conducir a un deterioro cognitivo posterior, llamado demencia vascular.

No obstante, los estudios demuestran que seguir estos siete pasos ayudan a las personas a mantener un cerebro sano, en tanto puedan prestar atención, recibir y reconocer información de los sentidos, aprender y recordar, comunicarse, resolver problemas, tomar decisiones, apoyar la movilidad y regular las emociones. No obstante, observar cualquier anomalía lo más temprano posible también es clave, ya que el estrechamiento de las arterias puede comenzar en la infancia.

Todavía se necesita más investigación para mejorar aún más la óptima salud del cerebro a medida que las personas envejecen, y para determinar en cada una de ellas la mejor combinación entre su estilo de vida y las estrategias médicas para ayudar a lograrlo. Los autores asesores también enfatizan que las actividades tradicionales de estimulación cerebral, como la educación continua y las interacciones sociales a lo largo de la vida, siguen siendo importantes para la salud mental.

“Tradicionalmente, se ha pensado que la enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo y, por lo general, las personas no asocian el tema a su salud cardíaca”, concluye. “Ahora, cuando un paciente entra en la profesión, estamos en capacidad de decirles con cierta autoridad que al controlar los factores de riesgo cardiovascular, podemos reducir su riesgo de accidente cerebrovascular y de ataque cardíaco, pero también podemos ayudar a preservar su cognición”.

Fuente: time.com

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