El invierno pasado tuve un dolor de cabeza repentino. Mi médico de atención primaria me envió a un especialista, quien ordenó múltiples exploraciones, y lo siguiente que supe fue que tenía un meningioma, un tumor cerebral benigno.

Tan pronto como conocí al doctor Dheerendra Prasad, supe que estaba en las manos adecuadas. Explicó que la radiocirugía Gamma Knife es un tratamiento innovador que podría erradicar mi tumor. A pesar del nombre, en realidad no es un cuchillo y no implica cortes ni incisiones. Más bien, es una forma de tratamiento de radiación dirigido y mínimamente invasivo.

Después de programar mi tratamiento con el bisturí de rayos gamma, si bien confiaba en mi equipo médico, aún estaba un poco aprensivo y asustado. Mi esposa se encontraba extremadamente ansiosa y aún más atemorizada. Ella no quería que me pasara nada y solo quería asegurarse de que estuviera bien. Mi única hija, quien cursaba la universidad en ese momento, quería volver a casa para el tratamiento.

Sin embargo, realmente yo creía en mi equipo médico. Tenían toda la confianza del mundo y me dieron la tranquilidad suficiente para que pudiera tranquilizar a mi familia. El día de la cita, fue mi hija quien me llevó. Todos estábamos un poco nerviosos, pero el proceso avanzó bastante rápido.

Después de prepararme, me dieron una paleta de fentanilo que me ayudó a relajarme. De ahí en adelante, ¡estuve tranquilo y feliz! Recibí novocaína en algunos lugares alrededor de mi cabeza donde irían los pasadores del marco estereotáctico (esto me dolió un poco, pero no demasiado) y me pusieron una vía intravenosa. Luego, el equipo aseguró el marco en mi cabeza. Me dolió un poco cuando me ajustaron los pernos, pero la incomodidad duró solo unos segundos.

Luego fui a la sala de procedimientos, donde la radiación se dirigiría a mi cerebro. El marco estaba unido a la mesa para garantizar una precisión extrema. Cerré los ojos e incluso me quedé dormido a ratos. Las enfermeras y los médicos me hablaron a través de auriculares, me dieron actualizaciones constantes y me hicieron saber que todo iba bien. El procedimiento tomó alrededor de 76 minutos en total.

En general, mi experiencia fue excelente y realmente me sentí bien atendido. Mi enfermera —ojalá pudiera recordar su nombre— estuvo a mi lado todo el tiempo. Su valioso desempeño lo hizo más fácil para toda mi familia. La recuperación tampoco fue mala. Solo estuve fuera de servicio el día del tratamiento y la jornada siguiente. Luego volví al trabajo con absoluta normalidad.

Le diría a otro paciente que está a punto de ser tratado con radiocirugía Gamma Knife que es normal sentir aprensión y miedo. Pero para mí, el dolor fue nominal y en verdad no estaba tan incómodo. Solo tenga en cuenta que su cabeza puede permanecer entumecida durante algunos días o semanas. Y lo más importante, encuentre un gran equipo humano de apoyo. En mi caso, fue vital tener a mi familia a mi lado durante todo el proceso.

Finalmente, cabe tener presente que los resultados y las experiencias de los pacientes con cáncer pueden variar, incluso para aquellos con el mismo tipo de diagnóstico. La historia de un paciente es única e individual; por tanto, no debe usarse como una predicción de cómo responderá otro individuo al tratamiento.

Todo centro especializado en la atención de tumores cerebrales como parte de su labor profesional y de la ética que los guía, debe ser transparente acerca de las tasas de supervivencia de sus pacientes en comparación con los estándares nacionales y, asimismo, proporcionar esta información vinculada con la casuística cuando esta se encuentre disponible.

Fuente: testimonio de un paciente exitosamente atendido con la técnica Gamma Knife^® en los EE. UU., publicado en el portal www.roswellpark.org

Desde 2011, Gamma Knife Center Ecuador (GKCE) trabaja con el firme propósito de brindar calidad de vida y esperanza tanto a los pacientes diagnosticados con tumores cerebrales, como a sus familiares, amigos y cuidadores.

La experiencia y visión de nuestro equipo profesional, lidera la aplicación de Gamma Knife^® un innovador tratamiento sueco de radiocirugía estereotáctica que ofrece a la comunidad médica, una eficaz respuesta frente a numerosos padecimientos neurológicos.

Nos enfocamos en brindar soluciones seguras que abran nuevas expectativas a quienes enfrentan desalentadoras enfermedades catastróficas, y por ello hacemos nuestra su lucha de valentía, espíritu y energía.

Para servirle mejor, GKCE está acreditado ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y de las principales aseguradoras privadas del país.

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