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¿Cómo afecta al cerebro el exceso de calor?

En general, su cuerpo se enfría mediante la sudoración. En los climas calurosos, especialmente con altos niveles de humedad como el nuestro, la sudoración no es suficiente para cumplir este cometido. La temperatura corporal puede elevarse rápidamente hasta niveles peligrosos, y es posible inclusive desarrollar enfermedades causadas por el calor.

Problemas de concentración, respuesta y reflejos ralentizados, irritabilidad… tal parece ser que a las neuronas tampoco les sientan bien las altas temperaturas, cuando se acercan o superan los 40o. Te contamos cómo combatirlo.

 

¡Qué calor tan intenso! ¡Se me funden las neuronas!

¿Te cuesta pensar con claridad estos días? ¿No consigues concentrarte? ¿La fatiga que sufres no solo es física sino también mental? ¿Estás de peor humor? Pues no solo se trata de que acuses el cansancio acumulado de lo que va del año y que necesites vacaciones urgentemente.

El calor afecta al cerebrohace que este funcione peor. ¿Por qué crees si no que en los primeros lugares donde se instaló el aire acondicionado fue en las empresas? Pues porque está comprobado que las personas rendimos más si no hace calor.

 

Luz, sí; calor, ¡no!

El aumento de horas de luz natural que se produce durante el verano en los países de cuatro estaciones y la larga estación lluviosa que se instala en países atravesados por la línea ecuatorial favorecen la sensación de bienestar y la realización de tareas mentales.

Hace ya unos años que un estudio australiano publicado en The Lancet demostró que la luz solar aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor fundamental para el cerebro. En invierno, en cambio, los niveles de serotonina son más bajos, lo que influye en un peor estado anímico y mental.

Entonces, ¿por qué estamos a lo largo de estos días tan espesos y de mal humor? Pues porque las temperaturas excesivamente altas provocan el efecto contrario. “Nuestro cerebro funciona bien hasta los 35o-40o. Pero por encima de estas temperaturas comienza a no actuar adecuadamente”, explica la doctora Marisa Navarro, terapeuta, especialista en depresión y trastornos del sueño y autora de los libros La medicina emocional y El efecto tarta.

 

El exceso de calor contrarresta el efecto beneficioso de la luz solar

Según la doctora Navarro, las personas somos muy sensibles a los cambios climáticos, aunque por supuesto unas más que otras. Por esta razón, la Sociedad Española de Neurología (SEN) advierte cada año por estas fechas que las altas temperaturas pueden afectar especialmente a las personas que sufren enfermedades neurológicas y trastornos como cefaleas.

 

¿Por qué funcionan peor nuestras neuronas?

Los motivos son varios, aunque todos tienen algo en común: el sobreesfuerzo que debe hacer nuestro organismo para adaptarse al calor.

  1. El hipotálamo tiene que trabajar en exceso

El hipotálamo es una región del cerebro que tiene infinidad de funciones, entre ellas las de regular las emociones, las sensaciones de hambre y saciedad, el sueño, y también la temperatura corporal.

Es decir, a través de la respiración, el sudor y la circulación, se encarga de mantener el cuerpo a una temperatura estable. Pero cuando hace mucho calor, el hipotálamo tiene que hacer un trabajo extra para adaptarse a la elevada temperatura exterior y regular la corporal para mantenerla entre  36o-37o.

Esto supone un esfuerzo enorme para el cerebro, al que no le queda más remedio que “desatender” otras funciones para emplear el máximo de energía en adaptarse al calor intenso.

Por eso, los impulsos nerviosos tardan más en propagarse y, en estas situaciones, nuestra capacidad de respuesta es mucho más lenta, nos cuesta más concentrarnos y nos sentimos mucho más cansados, apáticos y aturdidos.

  1. Descansamos mal

La temperatura ideal para dormir está en torno a los 21o. Cuando el organismo tiene que adaptarse al calor por la noche se produce una hiperexcitación cerebral, nos cuesta más conciliar el sueño, aumenta la ansiedad y dificulta que el descanso sea reparador. Todo ello contribuye a que al día siguiente estemos más cansados, espesos y de mal humor.

“Estar de vacaciones ayuda mucho, pero si nos tenemos que levantar para ir a trabajar y no hemos descansado adecuadamente, todo empeora”, afirma la doctora Navarro.

  1. Tenemos más riesgo de deshidratación

Beber suficiente agua a lo largo del día es importante todo el año. Pero en invierno, con temperaturas tan altas, es imprescindible para la salud, ya que el riesgo de sufrir deshidratación es mayor.

Según refiere la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Fundación del Cerebro, tener una deshidratación superior al 2% del peso corporal (porcentaje de pérdida de agua corporal en función del peso) produce una pérdida de concentración y de memoria a corto plazo, mientras que el tiempo de respuesta aumenta.

  1. Si encima sopla viento…

Y este es seco y terroso, va cargado de iones positivos, a los que diferentes estudios vinculan con un aumento de la irritabilidad, la agresividad y el nerviosismo, así como con un empeoramiento de los cuadros depresivos.

 

¿Qué medicamentos pueden agravar las afectaciones por el calor?

Algunos fármacos pueden agravar el síndrome de agotamiento y deshidratación o de golpe de calor. Los que requieren mayor atención son los siguientes:

  • Diuréticos:pueden provocar alteraciones en la hidratación y/o trastornos electrolíticos
  • Antiinflamatorios no esteroideos y algunos antibióticos o antivirales: pueden afectar a la función renal
  • Antiarrítmicos, antiepilépticos y antidiabéticos orales: son medicamentos cuyo perfil farmacocinético puede ser afectado por la deshidratación
  • Neurolépticos y medicamentos con propiedades anticolinérgicas o vasoconstrictores: alterna la termorregulación del cuerpo

 

Tratamiento del golpe de calor

El golpe de calor es la forma más grave de enfermedad inducida por el calor. Las personas con este trastorno están más seriamente afectadas que aquellas con otros trastornos producidos por alta temperatura. Las siguientes características diferencian al golpe de calor de otros trastornos debidos al calor:

  • La temperatura corporal suele pasar de 40°C
  • Aparecen síntomas de alteración cerebral

Teniendo esto presente, el cuerpo del afectado debe enfriarse de inmediato; será prudente en algunos casos llamar a una ambulancia. Mientras se espera el transporte al hospital, debe sumergirse a la persona afectada en agua fría (dependiendo del lugar en que este se encuentre: en un lago, en una corriente de agua o en una bañera).

Si la inmersión no es posible, se debe enfriar a la persona afectada humedeciéndole el cuerpo con agua y exponiéndola seguidamente a una corriente de aire mediante un ventilador (enfriamiento por evaporación). Para humedecer la piel es mejor utilizar agua un poco caliente o tibia que utilizar agua fría porque, de este modo, evitamos que la persona tirite, con lo que se genera más calor.

El uso de fármacos como el ácido acetilsalicílico o paracetamol [acetaminofeno] administrados para tratar una fiebre infecciosa son inútiles y deben por lo mismo evitarse. Los paramédicos determinarán la necesidad de administrar líquidos fríos por vía intravenosa

 

¿Qué podemos hacer?  Cuidados y prevención

Según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, el 80% de las personas que sufren un golpe de calor tienen más de 65 años. Esta es además la segunda causa de muerte más frecuente entre los deportistas, después de las lesiones medulares o cerebrales. Estemos muy atentos a las señales y apliquemos medidas sencillas de prevención. Usar el sentido común es la mejor manera de prevenir los trastornos ocasionados por el calor. Recordemos que:

  • Los niños (y las mascotas) nunca deben dejarse en lugares cerrados o espacios mal ventilados, como por ejemplo un coche donde hace mucho calor (ni siquiera unos minutos)
  • Cuando hace un calor excesivo, las personas de edad avanzada y los niños no deben permanecer en viviendas sin ventilación
  • En un clima caluroso y húmedo es mejor usar ropa ligera, ancha, confeccionada con un tejido que permita la transpiración, como el algodón

Los líquidos y las sales que se pierden con el sudor pueden reponerse normalmente bebiendo agua, tomando alimentos ligeramente salados y bebidas como las isotónicas, zumo de tomate con sal o caldo frío. Las bebidas alcohólicas y las bebidas con cafeína no son buenas para reponer líquidos y pueden empeorar la deshidratación.

 

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame al número local de emergencias o acérquese al centro médico más cercano si:

  • La persona pierde el conocimiento de un momento a otro
  • Hay alguna alteración en la lucidez mental de la persona (por ejemplo, confusión o convulsiones)
  • La persona presenta fiebre de más de 38,9o C
  • Se presentan otros síntomas de insolación (pulso y respiración agitada)
  • El estado de la persona no mejora o empeora a pesar del tratamiento

 

Infograma: Nicolás Ramallo para diario El Universal

Fuentes: sabervivirtv.com / medlineplus.gov / neuropediatra.org / neuropediatra.org

 

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