La temporada navideña es aquel tiempo especial, cálido y feliz en el que normalmente todos estaríamos celebrando con familiares y amigos alrededor de una mesa —especialmente dispuesta para tan entrañable ocasión—, costumbre a la cual se suma el divertido ritual de ver a los seres queridos abrir sus regalos. No obstante, la realidad es que el COVID-19 nos ha hecho alterar nuestros planes para el feriado, y la temporada de vacaciones de este 2020 puede verse un poco diferente. Dicho esto, tal vez este sea el año para apreciar el verdadero significado de las fiestas, para ver cuán bendecidos somos y para difundir bondad hacia los demás, incluso en medio de toda la oscuridad que nos rodea.

1. Familia y amigos. Con más de 1,34 millones de muertes en todo el mundo, muchas familias perderán a sus seres queridos en esta temporada navideña: hijos, padres, abuelos, maridos y esposas. Mucha gente no estará aquí para celebrar las fiestas, y muchos hogares tendrán un asiento vacío en la mesa este año. Aunque no estaré físicamente con mi familia o amigos en esta temporada de fiestas, estoy agradecido por tener una familia amorosa y amigos afectuosos.
2. Salud. Con cientos de personas hospitalizadas actualmente en todo el país, los hospitales están llenos de pacientes gravemente enfermos, algunos de los cuales morirán. Y con una creciente tasa de nuevos casos cada día, muchos más lucharán contra la enfermedad en casa en esta temporada navideña. Al ver a tanta gente sufrir y morir todos los días, estoy agradecido por mi salud y la salud de mis seres queridos.
3. Comida en la mesa y un lugar al que llamar hogar. Con tantas personas perdiendo sus trabajos, muchas personas se han quedado sin hogar y no pueden pagar la comida. A pesar de la escasez de algunos de mis alimentos preferidos en los estantes de las tiendas de comestibles y la incapacidad de frecuentar mis restaurantes favoritos, estoy agradecido por la comida en mi refrigerador y despensa. Aunque el cierre de carreteras me impida volver a casa de mis padres para celebrar las fiestas con mi familia y amigos de la infancia, estoy agradecido de poder celebrar el verdadero sentido de estas fiestas en mi casa con comida caliente en la mesa.
4. Seguridad. Con tanta desinformación circulando en las redes durante esta pandemia, además de la sentida división sociopolítica que actualmente se evidencia en todos los países, el nivel de racismo y violencia ha aumentado. Siendo yo misma una ciudadana china que trabaja en los EE.UU., he recibido mi parte de insultos raciales, abuso verbal y ataques físicos; desde el hecho que me gritaran que “regresara a China” y que “evitara matar a los demás con el cochino virus”, hasta que me escupieran y me empujaran contra una pared, y que me arrojaran una caja con ánimo de lesionarme. Aunque he experimentado más racismo y violencia durante esta pandemia, no puedo evitar darme cuenta de lo afortunada que soy al estar todavía viva, y de saber que muchos otros en este mundo hayan logrado sobrevivir tomando los cuidados pertinentes. Y, por lo mismo, estaré agradecida por la seguridad por la que tantos han luchado por nosotros hace mucho tiempo.
5. Tecnología. Con los cierres fronterizos actuales, las medidas sanitarias de cuarentena, las órdenes de quedarse en casa, y las recomendaciones de distanciamiento físico —para reducir la propagación del virus—, estoy agradecida por la capacidad de poder enviar mensajes de texto y chatear por vídeo con familiares y amigos. No podría imaginar esta pandemia sin teléfonos inteligentes, internet y, lo más importante, Skype y Zoom.

Ver la creciente pandemia en todo el mundo y ser testigo de la enorme cantidad de sufrimiento y muerte ha servido como recordatorio para apreciar las cosas más pequeñas de la vida. Que recordemos ponernos en contacto con familiares y amigos, y acercarnos a aquellos que extrañan a sus seres queridos, a quienes pasan las vacaciones solos, y a los que trabajan en esta temporada de fiestas.

Recordemos que el poder de nuestra tecnología ahora nos permite pedir comida de restaurantes y regalos en línea para entregarlos a nuestros seres queridos. Y que recordemos también a aquellos que están luchando ante esta crisis planetaria, donando cuanto nos sea posible a los bancos de alimentos y refugios locales. Aunque las festividades pueden ser distintas este año, que este sea un verdadero recordatorio de lo que significa la temporada navideña: apreciar lo que tenemos, estar agradecido por las muchas bendiciones con las que contamos en tenemos en la vida, y difundir tanta amabilidad como nos sea posible durante esta temporada de vacaciones.

Fuente: un artículo de la doctora Christine Lau  publicado en el portal www.kevinmd.com

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