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Neuralgia del trigémino

El nervio trigémino o nervio trigeminal (del lat.: trigeminus, de tres mellizos), también conocido como quinto par craneal o V par, es un nervio craneal mixto. Cuenta con una porción sensitiva y una porción motora. Es un nervio craneal que tiene tres ramas principales: el nervio oftálmico, el nervio maxilar y el nervio mandibular. Una, dos o las tres ramas del nervio pueden ser afectadas. El 1-6% de los casos ocurren en ambos lados de la cara, pero es muy raro que ambos sean afectados al mismo tiempo. La neuralgia del trigémino más común implica a la rama media (el nervio maxilar) y la rama inferior (nervio mandibular) del nervio trigémino

¿En qué consiste la enfermedad?

La neuralgia del trigémino (NT o NTG), también conocida como prosopalgia, tic doloroso, enfermedad suicida o enfermedad de Fothergill, es un trastorno neuropático del nervio que provoca episodios de intenso dolor en los ojos, orejas, labios, nariz, cuero cabelludo, frente, mejillas, boca, mandíbula y el lado correspondiente de la cara. ​

Se suele desarrollar tras la edad de 40 años, aunque ha habido casos de pacientes de solo tres años de edad. El pico máximo de incidencia está entre los 50 y 60 años, más en mujeres.

¿Podría haberla evitado, o qué debo decir a familiares y amigos para que no la tengan?

Es probable que exista una predisposición genética hereditaria en ciertos grupos familiares de padecer la dolencia, pero no hay seguridad. Con frecuencia no se encuentra ninguna causa para que se produzca.

De encontrarse una, lo más común es que se produzca porque un vaso sanguíneo comprime al nervio trigémino cuando este sale del tallo cerebral, o con mucha menor frecuencia, por la compresión local de un tumor extra cerebral. Enfermos de esclerosis múltiple pueden presentar la misma sintomatología si debido a la degeneración nerviosa de la enfermedad se afecta también el nervio trigémino.

¿Qué debo hacer ahora para mejorarme?

Lo más eficiente es acudir al neurólogo para que asegure su diagnóstico y le ofrezca tratamiento.

Aunque todavía no se ha establecido un método totalmente eficaz para curarla la mayor parte de los pacientes mejora con el uso de medicamentos o con cirugía. Los medicamentos pueden ser: anticonvulsivos como la carbamazepina, que es el tratamiento de elección, oxcarbazepina, topiramato, fenitoína, o gabapentina. Los efectos anticonvulsivos se pueden potenciar con un adyuvante como el baclofeno o el clonazepam. El baclofeno también puede ayudar a algunos pacientes a comer con más normalidad si los movimientos de la mandíbula tienden a agravar los síntomas.

Si los anticonvulsivos no son útiles y las opciones quirúrgicas han fracasado o son desaconsejables, el dolor puede ser tratado a largo plazo con dosis bajas de algunos antidepresivos como la nortriptilina u opioides como la metadona. Otras veces se puede inyectar botox en el nervio por un facultativo.

Se puede recomendar la cirugía, tanto para aliviar la presión sobre el nervio como para dañarlo selectivamente de modo que se interrumpan las señales que parten hacia el cerebro, intervención conocida como neurotomía. En manos entrenadas, se ha publicado que las tasas de éxito quirúrgico superan el 90 hasta el 97%.

¿Cuál es el pronóstico?

La evolución y el pronóstico de la neuralgia del trigémino es irregular. Los ataques de dolor pueden presentarse varias veces al día durante semanas y meses y parar espontáneamente en el estadio inicial (sin tratamiento). Estas fases sin dolor pueden durar semanas e incluso meses; el 29% de los pacientes puede incluso padecer un solo episodio. En casi la misma cantidad de casos, la neuralgia del trigémino provoca hasta tres o más episodios de este tipo. En el 21% de todas las neuralgias del trigémino se producen ataques repetidos en los primeros cinco años.

En la mayoría de los casos puede evitarse el dolor con un tratamiento adecuado de la neuralgia del trigémino, al menos temporalmente. No obstante, ninguno de los tratamientos disponibles garantiza una curación completa. Raras veces los dolores son tan fuertes que pueden provocar el desvanecimiento del paciente cuando este ya no soporta el dolor, otras favorecen episodios depresivos.

¿Es recomendable la técnica sueca de Gamma Knife® en estos casos?

El bisturí de rayos gamma (BRG) es una de las múltiples técnicas de tratamiento para la neuralgia del trigémino idiopática (NT). La efectividad de la radiocirugía estereotáctica ha sido evaluada en cientos de casos a partir del grado y el tiempo para el alivio del dolor y el mantenimiento del mismo, así como la recurrencia de la enfermedad posterior al procedimiento.

Las conclusiones son rotundas: el BRG se considera una técnica no invasiva, segura y efectiva para el tratamiento de los pacientes afectados de NT idiopática refractaria a la medicación y cirugías, siendo considerada a día de hoy como la más avanzada para tratar este tipo de afección.

Apuntes necesarios

El tratamiento del BRG en los pacientes afectados por la NT clásica recurrente produce mejorías en la mayoría de ellos, pero en algunos de ellos ha sido necesario repetir el procedimiento o incluso realizar procedimientos quirúrgicos adicionales, ya que la recidiva del dolor es frecuente y el alivio del mismo disminuye con el paso del tiempo. Se concluye que también se desconoce el motivo de por qué esa mejoría del dolor es decreciente.

El tratamiento aplicado bajo esta técnica de origen sueco es indoloro, teniendo la ventaja de que se realiza de manera completamente ambulatoria, sin anestesia general y con el paciente despierto, de tal manera que la recuperación es inmediata y el paciente es dado de alta inmediatamente después del procedimiento.

¿Cómo funciona el equipo?

El bisturí de Gamma Knife® utiliza una técnica llamada radiocirugía estereotáctica que emplea 201 haces de radiación que convergen en tres dimensiones para enfocarse de forma precisa en un volumen pequeño, como un tumor o lesión; esto permite administrar dosis intensivas de radiación a ese volumen sin peligro.

¿Cómo se garantiza la seguridad del paciente?

Debido a que la exactitud de los haces es fundamental para la localización de la radiación (con una precisión de una fracción de milímetro), todo lo que afecte la precisión es inaceptable. Un acoplamiento rígido del marco de la cabeza, la exactitud geográfica de la zona a tratar de los estudios por imágenes, la forma de volumen del tejido que se va a tratar (selección de la cantidad, tamaño e intensidad relativa de los disparos) y la precisión del acoplamiento del marco a la unidad del bisturí de rayos gamma, son todos críticos.

Al igual que con todo tratamiento de radioterapia, la selección y el cálculo correcto de la cantidad de radiación a entregar son esenciales. Un radiofísico médico calificado garantiza que las computadoras que dan las imágenes y la planificación de tratamiento y su software sean correctas y aceptables. El funcionamiento mecánico de la máquina se prueba de forma regular para garantizar la seguridad de los pacientes y del personal médico.

 

Fuentes: www.fesemi.org / www.radiologyinfo.org / www.elsevier.es/es

 

Gamma Knife Center Ecuador es –desde hace ocho años– una organización pionera en el campo de la radiocirugía en nuestro país, en tanto somos el único centro especializado para la atención de tumores cerebrales y de otras lesiones que tradicionalmente requerían cirugía convencional.

Nos especializamos en la detección y el tratamiento eficaz de dolencias intracraneales y patologías cerebrales consideradas como las más difíciles de diagnosticar en el campo de la Neurocirugía.

Si usted muestra un cuadro doloroso, súbito e intenso, localizado de forma unilateral en la región facial, o si ya se le ha detectado una neuralgia del trigémino, reserve hoy mismo su cita con nosotros y obtenga una segunda opinión.

Somos GKCE: tecnología de punta al servicio de una óptima calidad de vida. ¡Mantenemos despierta la esperanza!

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